LA ANCIANA SEÑORA WEBSTER (CAROLINE BLACKWOOD)

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Caroline Blackwood, La anciana señora Webster, Literatura, literatura clásica

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Cuatro mujeres, cuatro generaciones. La bisabuela Webster, guardiana de la “corrección” de la familia, recluida en una casa fría y silenciosa cerca del mar, que nunca ve: siempre ha estado orgullosa del ‘mero hecho de existir sin que nada le gustase’. Su hija, la abuela Dunmartin, recluida también, aunque sin orgullo, en una colosal casa solariega en el norte de Irlanda, castigada por la lluvia y un demencial gobierno doméstico: entre sus proezas se cuenta haber intentado matar a uno de sus nietos el día de su bautizo. Su hija, la tía Lavinia, una belleza londinense, vive en el polo opuesto, entre grandes fiestas, perros de lanas, inopinados amantes e intentos de suicidio: hablando de unas galletas dice: ‘O son deliciosas o son repugnantes. Como tantas cosas en la vida, es muy difícil saber qué son’. Y, por último, en la rama más joven de esta excéntrica genealogía, una joven huérfana de padre, aún en «la fase de escuchar torpemente», que visita y recuerda, y cuenta.

LA AUTORA: CAROLINE BLACKWOOD

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Nació en 1931, en el seno de la aristocracia angloirlandesa. Su padre, que murió cuando ella tenía trece años, era Basil Blackwood, cuarto marqués de Dufferin y Ava; íntimo amigo de Evelyn Waugh, formaba parte del círculo descrito en Retorno a Brideshead. Su madre, Maureen Guinness, era una de las cuatro herederas de las célebres cervezas Guinness. Sin embargo Caroline, bohemia y desafecta, siguió otro destino que el que la familia le tenía asignado: a los veintidós años se casó con el pintor Lucien Freud, con el consiguiente escándalo por la «boda judía». Posteriormente se casaría con el compositor Israel Citkowitz y con el poeta Robert Lowell. No contenta con ser, como la llamó su biógrafa Nancy Schoenberger, una «musa peligrosa», mecenas de artistas, maestra de la anécdota y gran bebedora, ejerció el periodismo y en la década de 1970 se dedicó a la literatura. A su primer libro, For All That I Found Here (1974) siguieron las novelas de corte autobiográfico The Stepdaughter (1976) y Great granny Webster (1977) que obtuvo un gran éxito y fue finalista del premio Booker. Posteriormente publicó, entre otras obras, The Fate of Mary Rose (1981), Corrigan (1984) y The Last of the Duchess (1995). Murió en Nueva York en 1996.

En España se han editado sus novelas La hijastra (The stepdaughter). Pomaire, 1977 y La anciana señora Webster (Great granny Webster).

EL LIBRO

Hola mis pequeños dragones, hoy os traigo la reseña de la novela La anciana señora Webster de Caroline Blackwood un libro al que he llegado por casualidad, y que cuenta la historia de cuatro generaciones de mujeres de una misma familia desde el punto de vista del miembro más joven de la misma, es cierto que Caroline Blackwood es una autora de la que no había oído hablar nunca, por lo que en el caso del presente volumen si me he metido totalmente a ciegas a leerlo, y ha sido una de esas sorpresas realmente agradables.

Como ya he comentado el presente volumen analiza las relaciones entre cuatro mujeres pertenecientes al mismo número de generaciones de una misma familia vistos desde el punto de vista de la bisnieta de la señora Webster que da título al libro; esto sirve de excusa para analizar las diferencias generacionales contándonos por un lado como es la relación de la señora Webster con su hija (la abuela Dunmartin), su nieta (la tía Lavinia) y su bisnieta, mientras que por otro vemos la relación de la bisnieta de la señora Webster con su abuela, o al menos con el recuerdo que tiene de ella, con su tía Lavinia y muy de pasada de esta chica con sus primas, a la vez que se nos hace una descripción de los cambios sociales que tuvieron lugar después de la segunda guerra mundial, y cómo mientras hay una parte de la población que cambia y se rehace tras los bombardeos o su paso por el campo de batalla, encontramos a gente como la propia señora Webster que parece reacia a aceptar los cambios (sociales y técnicos) que se producen en esta época; a la vez que vemos como el ambiente en las diferentes residencias de estas cuatro mujeres varia en función de la personalidad de cada una o los propios recuerdos, en el caso de la señora Webster, encontramos una casa con un ambiente muy cerrado y asfixiante, en el que la anciana busca mantener la dignidad y tranquilidad que ella cree que se ha perdido durante la guerra, por otro lado, la mansión Dunmartin se la presenta como un lugar decadente que cada vez va a peor, como si esta fuese un reflejo del lento descenso a la locura de su dueña, mientras que por otro lado la protagonista recuerda este edificio con cariño, ya que es la casa donde pasó su infancia, mientras que la casa de Lavinia se ve como un piso en el que quizá lo que se refleja es la frivolidad que domina la vida de su dueña.

En el aspecto generacional es interesante ver el contraste entre la señora Webster, su nieta Lavinia y su bisnieta, por no hablar de la señora Dunmartin y sus problemas, en el sentido de que mientras la señora Webster tras enviudar decide encerrarse en una mansión, su nieta Lavinia es una mujer que ha decidido vivir su vida en la gran ciudad rodeada de comodidades y haciendo vida social, mientras que la bisnieta de la señora Webster, dentro de que vive en la gran ciudad, lleva una vida en la que, sin caer en los excesos de su tía y su bisabuela, hay una relativa vida social.

Por otra parte, son interesantes los intentos que realiza la narradora para entender tanto a su tía como a su abuela y bisabuela, a la vez que intenta conocer las motivaciones de su padre fallecido en la guerra y al que apenas recuerda, a la vez que se nos muestran las diferentes formas de ver tanto los problemas relacionados con las enfermedades mentales, esto se puede ver en el caso de la abuela de la narradora, quien inicialmente se cuenta que era una persona sana, que poco a poco va perdiendo la cordura hasta que no queda más remedio que encerrarla en un hospital, o la depresión, en este caso representada en la persona de la tía Lavinia, quien llegará a una situación extrema debido a esto.

Debo decir, que el libro, como ya he dicho, lo he encontrado por casualidad, y ha sido una sorpresa realmente agradable, ya que como se ha dicho un poco más arriba, presenta la visión de la vida durante los años veinte y treinta del siglo XX y como esta cambia a raíz de la guerra y como ésta afectó a la vida de la gente, tanto a nivel personal como social; por otra parte os lo recomiendo especialmente si habéis leído la señora Parkinton de Louis Bromfield y os ha gustado.