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ciencia ficción, Dune, Frank Herbert, Literatura, literatura fantástica
Arrakis: un planeta desértico donde el agua es el bien más preciado, donde llorar a los muertos es el símbolo de máxima prodigalidad.
Paul Atreides: un adolescente marcado por un destino singular, dotado de extraños poderes, abocado a convertirse en dictador, mesías y mártir.
Los Harkonnen: personificación de las intrigas que rodean el Imperio Galáctico, buscan obtener el control sobre Arrakis para disponer de la melange, preciosa especia y uno de los bienes más codiciados del universo.
Los Fremen: seres libres que han convertido el inhóspito paraje de Dune en su hogar, y que se sienten orgullosos de su pasado y temerosos de su futuro.
EL AUTOR: FFRANK HERBERT (1920 – 1986)
Escritor estadounidense nacido en Tacoma (Washington) en de octubre de 1920 y fallecido en febrero de 1986. Tras estudiar en la Universidad de Washington tuvo varias profesiones, desde fotógrafo a cámara de televisión o pescador de ostras. Comenzó a publicar en los años 50, vendiendo artículos de relatos a revistas, hasta que en 1952 publicó su primer relato de ciencia ficción: ¿Está usted buscando algo? Cuatro años más tarde salió a la luz su primera novela: El dragón en el mar, conocida más tarde como Bajo presión. Pero no sería hasta 1965 cuando finalmente le llegó el éxito con la inauguración de la famosa serie Dune, donde presentaba un mundo imaginario con su propia política, ecología y estructura social. La primera obra de la saga, Dune, que pronto se vería continuada por otras novelas como El mesías de Dune o Hijos de Dune, obtuvo los premios Nébula y Hugo, además del Premio Internacional de Fantasía, que compartió con El señor de las moscas de William Golding. Herbert se hizo conocido también por su creación de una «granja biológica» donde estuvo conviviendo con su familia en armonía con la naturaleza.
EL LIBRO
Muchos han hecho notar la rapidez con que Muad’Dib aprendió las necesidades de Arrakis. Las Bene Gesserit, por supuesto, conocen los fundamentos de esta rapidez. Para los demás, diremos que Muad’Dib aprendió rápidamente porque la primera enseñanza que recibió fue la certeza básica de que podía aprender. Es horrible pensar cómo tanta gente cree que no puede aprender, y cómo más gente aún cree que el aprender es difícil. Muad’Dib sabía que cada experiencia lleva en sí misma su lección.
De La humanidad de Muad’Dib, por la PRINCESA IRULAN
Hoy, después de algún tiempo sin escribir, debido a que estoy un poco liada con una serie de cosas que no vienen al caso, os traigo Dune, de Frank Herbert, primer volumen de la serie situada en el desértico planeta Arrakis donde como ya se ha dicho más arriba el agua es un bien escaso y muy valorado.
Si bien es verdad que a este volumen he llegado por una combinación de confianza en el criterio de algunos de los personajes de la sitcom big bang theory, y a la decisión improvisada de leerlo conjuntamente una persona de mi entorno, debo decir que el presente volumen me ha sorprendido de una forma muy grata, ya que a pesar de que he empezado a leerlo un poco a lo loco y sin saber muy bien que iba a encontrar más allá de una novela de ciencia ficción.
Creo que el libro es interesante, ya que más allá del género presenta una serie de peleas por el poder entre diversas casas nobiliarias, y como estas son fomentadas y, hasta cierto punto, apoyadas por el propio emperador galáctico, para evitar que se le pregunte por ciertos elementos oscuros/incómodos que no conviene que salgan a la luz; a la vez que vemos esto, se nos presentan los conflictos económicos que hay por un lado para sacar del citado planeta Arrakis, lo que en el libro se denomina la especia, que básicamente es un producto de consumo muy cotizado, cuyos beneficios se quedan repartidos entre tres o cuatro corporaciones, a la vez que los fremen, los habitantes de las planicies desérticas del planeta tienen que lidiar con los gusanos que allí habitan, y sobre todo con la falta de agua, un elemento que en el citado planeta es tanto un bien de lujo como un elemento con el que hacer negocio.
Personalmente me creo, por todo lo que he dicho más arriba, que el libro merece la pena, ya que además de lo reseñado en el párrafo anterior, la historia es muy buena y es un libro que pese a las 500 páginas que lo componen, entra en materia y engancha rápido.
Por último, comentar de pasada, que hay una adaptación cinematográfica estrenada en 1984 del presente volumen, y una miniserie del año 2003, que por lo que he podido ver, podría adaptar el tercer volumen de la serie literaria titulado hijos de Dune.
El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado, giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allá donde haya pasado el miedo ya no habrá nada. Sólo estaré yo