Etiquetas

, , , ,

La periodista noruega, Åsne Seierstad, pasó en 2001 varios meses conviviendo con la familia del librero Sultán Khan, experiencias que dieron lugar a este apasionante testimonio y bestseller en muchos países. A Åsne Seierstad le fascina el hecho de encontrarse, en medio de tanto desorden y destrucción, con este librero, un personaje culto y con una gran devoción por los libros.

A lo largo de los distintos periodos y regímenes, el librero asiste a varias redadas de su tienda e incluso al terrible acto de la quema de sus libros. La autora relata la vida personal del librero: su segunda boda con la jovencísima Sonia y la separación física de su primera mujer o su viaje a distintas partes de Afganistán y va definiendo el perfil del librero, hombre culto y hábil en los negocios, pero también autoritario y machista. Describe la humillación de Sharifa, la primera mujer de Sultán, que tiene que fingir delante de los demás que está encantada con la nueva esposa de su marido; también está la historia de Bibi Gul, la madre gordísima de Sultán que ha dedicado su vida a tener hijos, varios de los cuales fallecieron de pequeños, y quien intenta sobrellevar todos los disgustos comiendo golosinas. La autora muestra en todo momento el peso que tiene la familia en todas las decisiones que afectan a las hijas, en ningún momento éstas pueden decidir sobre su destino o sus maridos, son simplemente un objeto de intercambio en función del dinero que la familia pretende conseguir por ellas.

La autora ha conseguido construir unas memorias fabulosas en las que se mezclan con mucha habilidad el fondo político, los acontecimientos en Afganistán y la vida íntima de la familia del librero.

LA AUTORA: ÅSNE SEIERSTAD (OSLO, NORUEGA, 1970)

Es una periodista freelance. Licenciada en filología rusa y española por la Universidad de Oslo, colabora como corresponsal para periódicos escandinavos desde diversos lugares del mundo. Ha cubierto la información de importantes conflictos bélicos y tiene publicados varios libros de crónicas, uno sobre la guerra de Irak, Ciento y un días, otro acerca de la situación en Afganistán, El librero de Kabul, otro sobre Serbia, De espaldas al mundo, que han cosechado un éxito internacional.

En 2001 siguió a la Alianza del Norte en Kabul tras la caída del gobierno talibán. Se alojó con un vendedor de libros, Sultán Khan, y su familia y escribió un libro llamado: El librero de Kabul. En 2003 informaba desde Bagdad durante la Invasión de Iraq de 2003.

EL LIBRO

Hola mis pequeños dragones hoy os traigo la reseña del libro el librero de Kabul de la periodista noruega Åsne Seierstad, y que cuenta de forma seminovelada la estancia de la autora en Kabul con la familia de Sultán Khan, el librero de Kabul que da título al libro, y que incluyo en la iniciativa 200 países 200 libros como representante de Afganistán.

En el caso del presente volumen, es interesante, porque no solo encontramos las experiencias de la autora conviviendo con una familia afgana típica, sino también porque encontramos un repaso por la historia relativamente reciente del país: se mencionan los golpes de estado que echaron al Sha en los setenta, la ocupación de la URSS en durante los ochenta, el proceso de llegada al poder de los talibanes en los noventa así como la posterior invasión del país tras los ataques a las torres gemelas en el ya lejano 2001.

Personalmente creo que el libro es interesante porque, no solo repasa (por encima) los hechos mencionados en el párrafo anterior, sino también porque muestra como era en ese momento la sociedad afgana, tanto a nivel social como a nivel familiar, en el prologo la autora cuenta que tuvo que ponerse burka para pasar desapercibida y lo incómodo que resulta llevar esa prenda (cuenta que limita mucho la visibilidad y que es muy difícil ver por dónde se va pisando), y en cuanto a nivel familiar se cuentan las negociaciones del protagonista para conseguir una segunda esposa e incluso una situación peliaguda provocada porque una chica salió sola con un chico de su edad, sin embargo creo que lo más interesante es ver como en algunas zonas de la frontera con Pakistán, la vigilancia de los pasos se ha dejado en manos de clanes armados y de señores de la guerra, mientras que las autoridades únicamente controlan las carreteras asfaltadas de la zona y el trecho (unos 20 metros) más próximo a esos caminos, a lo que hay que añadir el mal estado de algunas carreteras, es especialmente aterrador el viaje que realiza el hijo mayor de Sultán a través del Hidu Kush para ir en peregrinación a la tumba del yerno de Mahoma, así como el peligro que suponen los salteadores y señores de la guerra que pueblan la frontera entre Afganistán y Pakistán.

Por otra parte, también se hace un repaso por las atrocidades que los propios talibanes llevaron a cabo en ese periodo, tanto a nivel de represión como a nivel cultural entre las que cabría destacar los destrozos de las estatuas de los museos o los Budas que destruyeron con dinamita (como olvidar aquellas imágenes) y a nivel más cercano en el primer capítulo del libro cuentan cómo al protagonista le requisaron varios volúmenes que contenían ilustraciones de personas para quemarlos.

Esto si me gustaría ponerlo en relación con una polémica que hubo hace poco relacionada con posibles censuras en la lectura, en general no deberíamos olvidar que los libros son una fuente de conocimiento y una forma de presentar no solo otras realidades, también de contar la Historia o la propia filosofía, y que esto de alguna manera lleva a que la gente reflexione, piense y cuestione cosas que de otra forma no cuestionaría, por lo que determinado tipo de libros se podría decir que ha estado muy perseguido en gran medida para evitar que se cuestionen determinadas situaciones, no voy a entrar en polémicas, pero creo que todos conocemos anécdotas en las que se han quemado tanto libros como obras pictóricas porque no se ajustaban a determinados puntos de vista (si alguien tiene interés me gustaría volver a recomendar el infinito en un junco de Irene Vallejo, ya que hay varias líneas dedicadas a la persecución de libros).

Por otra parte el libro resulta interesante porque cuenta cómo es la dinámica dentro de la familia Khan: Sultán ordena y manda y el resto de la familia debe obedecerlo bajo pena de ser desterrado de la familia, las hermanas prácticamente son vendidas a sus esposos y la situación de la hermana más joven de Sultán es prácticamente de esclavitud, lo que me lleva a comentar que el final en general, y en concreto en lo referente a esta mujer es totalmente descorazonador y triste por cómo cambia una situación de soltería por una vida de casada para seguir en la misma posición que tiene en su casa.

En general creo que el libro es interesante, en parte porque es una forma de no olvidar como se inició mucho de lo que se ha visto recientemente en Afganistán, y en parte porque es una forma de ver como es la sociedad, dentro y fuera de casa, del país, no hay que olvidar que durante los últimos años se habían logrado algunos derechos sociales que es más que previsible que con la vuelta de los talibanes al poder se pierdan de nuevo, cómo ha sido la evolución política del país durante las últimas décadas (se ha pasado del gobierno de un Sha al comunismo de ahí a una relativa democracia pasando por un periodo en el que se ha impuesto la ley religiosa) y como, aparentemente algunos sectores de la propia sociedad afgana han intentado conservar algunos elementos de la historia del país a riesgo de acabar en la cárcel o muertos.