Inválido de guerra, Sir Clifford Chatterley y su esposa Connie llevan una existencia acomodada, aparentemente plácida, rodeada de los placeres burgueses de las reuniones sociales y regida por los correctos términos que deben ser propios de todo buen matrimonio. Connie, sin embargo, no puede evitar sentir un vacío vital. La irrupción en su vida de Mellors, el guardabosque de la mansión familiar, la pondrá en contacto con las energías más primarias e instintivas y relacionadas con la vida.
EL AUTOR: D. H. LAWRENCE (1885-1930)
Nació el 11 de septiembre de 1885 en un pueblo llamado Eastwood, Nottinghamshire (Inglaterra). Era el cuarto hijo de Arthur Lawrence, un minero casi analfabeto y aficionado a la bebida, y de Lydia Beardsall, una mujer, antigua maestra, amante de la cultura, hecho que provocó el interés por la pintura y la lectura del pequeño David, quien desde niño sufrió de frágil salud.
La diferencia cultural entre sus padres fue un elemento clave en la psicología de Lawrence, quien sufrió en su niñez el enfrentamiento habitual entre sus progenitores.
Después de acudir gracias a una beca al Nottingham High School y a la Universidad de la misma ciudad, Lawrence dejó los estudios y comenzó a publicar sus primeros textos y a dar clases desde 1908 en la Davidson Road School de Croydon.
Un año después publicó, gracias a la mediación de Ford Madox Ford, sus primeros poemas en la revista The English Review.
En 1910 su adorada madre, enferma de cáncer, falleció auxiliada en su muerte por su propio hijo, quien le ayudó a ingerir una sobredosis de somníferos.
Su primera novela publicada fue El pavo real blanco (1911), un libro que el autor inglés comenzó a escribir en 1906.
En 1912 Lawrence inició una relación sentimental con Frieda von Richtofen, mujer del profesor Ernest Weekley y familiar del famoso piloto Barón Rojo, Manfred von Richthofen.
Frieda abandonó a su esposo e hijos para convivir con el joven David Herbert en Bavaria (Alemania). Ambos, que viajaron con frecuencia por bastantes países, se casaron en 1914.
Después de El pavo real blanco, Lawrence publicó El Transgresor (1912) e Hijos y amantes (1913), una novela de carácter autobiográfico en la que aparece la figura de uno de sus primeros amores, Jessie Chambers, con el nombre ficticio de Miriam.
En plena guerra mundial y residiendo en Inglaterra, D. H. Lawrence publicó El arco iris (1915), su primer libro en ser censurado por obscenidad sexual.
A raíz de esta censura, varios personajes, de ideología liberal, mostraron su apoyo a Lawrence, como Lady Ottoline Morrell, Aldous Huxley o Bertrand Russell.
Tras publicar Mujeres enamoradas (1920), una de sus mejores obras, D. H. Lawrence se trasladó a Taormina, en Italia, lugar en donde escribió La niña perdida (1920), texto que vuelve a incidir en los vínculos amorosos entre personas de distinta índole social.
Poco después apareció El mar y Cerdeña (1921) y La vara de Aarón (1922).
En la década de los 20 D. H. Lawrence viajó por Australia, Asia, Estados Unidos y Europa.
Asentado de nuevo en Italia, cerca de Florencia, escribió su título más popular, El amante de Lady Chatterley (1928), un libro acusado de nuevo de obsceno que narraba de manera explícita la relación sexual entre una mujer culta y adinerada y un guardabosques al servicio de su esposo aristócrata. Con anterioridad habían aparecido Canguro (1923) y La serpiente emplumada (1926).
H. Lawrence falleció a causa de la tuberculosis el 2 de marzo de 1930 en Vence (Francia). Tenía 44 años.
LA NOVELA
Hoy os traigo una novelita de apenas 300 páginas, catalogada como erótica y que en el momento de su publicación fue considerada como algo escandaloso.
No voy a decir que al empezar a leer este libro esperara encontrar un 50 sombras de Grey sin sadomasoquismo, pero si algo más explicito en el tema del sexo, si bien es cierto que como digo en su momento el libro fue escandaloso, porque una señora de clase alta, y para más señas casada con un hombre que quedó atado a una silla de ruedas en la Primera Guerra Mundial osara buscarse un amante de una clase inferior a la suya, quizá el problema que puede haber con este libro en la actualidad, y sin ánimo de justificar cosas que no son justificables, es que actualmente, la mentalidad con el tema del sexo es más abierta que en la época en la que se publicó el libro.
A cambio de lo expuesto en el párrafo anterior, si voy a comentar algo que en cierta manera considero positivo, hay algunas conversaciones entre los personajes sobre cierto tipo de relaciones entre hombres y mujeres en las que se expresan opiniones poco convencionales para la época sobre las relaciones entre hombres y mujeres (no olvidemos que la novela se publica por primera vez en 1928).
La verdad es que no tenía muchas expectativas puestas en el libro, más viendo la temática que tiene, pero sinceramente, he leído AnaKarenina y Madame Bovary, que tocan también el tema de la infidelidad en el matrimonio y como muchas mujeres estaban atrapadas en matrimonios aburridos con hombres mediocres, que estaban consumidos por la rutina y encerradas en un mundo que no les ofrecía ninguna posibilidad y que me han gustado más que el amante de lady Chatterley, no digo que el resto del mundo vaya a opinar lo mismo que yo, pero si afirmo que hay libros que tratan la temática de la vida matrimonial y las posibles vábulas de esccape de una de las dos partes, que son mejores.
Resumiendo mucho, el libro no me ha gustado, hay algo, no sé que exactamente, que no ha conseguido que me guste, no voy a caer en decir que el señor escribe mal ni nada semejante, pero hay algo indefinible en la novela que no me ha convencido.
Por último comentaros que la BBC, ha hecho una adaptación de este libro con Richard Madden (el Robb Stark de juego de tronos), y para cuyo estreno parece que no hay fecha aun (aquí dejo un enlace con la información sobre la adatación)